Más Allá de la Pinta: 5 Secretos del Mundo de la Cerveza que Te Dejarán Pensando
Más Allá de la Pinta: 5 Secretos del Mundo de la Cerveza que Te Dejarán Pensando
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Introducción
Casi todo el mundo conoce la sensación: el siseo al abrir una botella, el vaso que se empaña por el frío y ese primer sorbo refrescante. Disfrutar de una buena cerveza es una experiencia casi universal. Pero, ¿alguna vez te has preguntado qué hay realmente detrás de esa bebida tan familiar? Más allá del color y la espuma se esconde un universo de procesos químicos, historias fascinantes y secretos que la mayoría desconoce. Te invitamos a descubrir cinco de los más sorprendentes que cambiarán para siempre tu forma de ver lo que hay en tu vaso.
1. Sorpresa nº 1: La malta no es un cereal, es un proceso
Muchos creen que la malta es un tipo de grano que se cultiva en el campo, como el trigo o la cebada. Sin embargo, esto es un error muy común. El "malteado" no es un ingrediente que se cosecha, sino un proceso crucial que se aplica a los cereales. Consiste en provocar la germinación controlada del grano para después interrumpirla mediante secado y tueste. Este procedimiento es fundamental porque activa las enzimas necesarias para convertir los almidones del cereal en los azúcares que la levadura podrá fermentar. Se puede maltear cualquier cereal, pero se usa principalmente la cebada, ya que es el cereal que ofrece el mayor rendimiento gracias a su alto contenido en enzimas y azúcares.
Así que ya puedes desterrar la idea de que la malta es un tipo de cereal y que tienes campos de malta delante de casa.
Este proceso es el primer paso que define el carácter de la cerveza. Dependiendo del nivel de secado y la intensidad del tueste, la malta resultante determinará el color, el sabor y el cuerpo de la bebida final, desde los tonos dorados y sabores a pan de una Pilsner hasta el negro profundo y las notas a café de una Stout.
2. Sorpresa nº 2: La diferencia entre Ale y Lager es una guerra de levaduras (y de temperaturas)
La gran división en el mundo de la cerveza, Ale frente a Lager, no tiene nada que ver con el color, el amargor o la graduación alcohólica. La verdadera diferencia radica en algo mucho más sutil y poderoso: el tipo de levadura utilizada y la temperatura a la que trabaja. Es una batalla microscópica que da como resultado dos universos de sabor completamente distintos.
• Cervezas Ale (alta fermentación): Utilizan la levadura Saccharomyces cerevisiae. Esta cepa trabaja a gusto a temperaturas más cálidas, generalmente entre 15 y 24 °C. Su metabolismo rápido produce sabores más complejos, afrutados y especiados, característicos de estilos como las IPA, las Stout o las cervezas de abadía belgas.
• Cervezas Lager (baja fermentación): Emplean la levadura Saccharomyces pastorianus, una cepa híbrida que prospera en el frío, entre 7 y 13 °C. Su fermentación es más lenta y sosegada, lo que da como resultado un perfil de sabor mucho más limpio, fresco y suave, típico de las Pilsner, Helles o Bock.
Esta es la razón por la que las robustas y cálidas Ales son el alma de la tradición cervecera británica y belga, mientras que las limpias y frías Lagers se convirtieron en el estandarte de Alemania y la República Checa, donde el almacenamiento en cuevas frías (lagering) perfeccionó el estilo. Resulta fascinante pensar que un microorganismo invisible y apenas unos grados de diferencia en el termómetro son los responsables de crear dos familias de cerveza tan inmensas y diferentes entre sí.
3. Sorpresa nº 3: Las IPAs nacieron de la necesidad, no del gusto por el amargor
Hoy en día, la India Pale Ale (IPA) es sinónimo de un intenso amargor y aromas explosivos a lúpulo. Sin embargo, este popular estilo no fue diseñado originalmente para satisfacer a los amantes de los sabores extremos, sino como una solución a un problema logístico del Imperio Británico. La cerveza que se enviaba desde Inglaterra a las colonias en la India no sobrevivía al largo viaje en barco; los barriles llegaban putrefactos porque no aguantaba el trayecto.
Los cerveceros descubrieron que, si añadían una cantidad desproporcionada de lúpulo, esta se conservaba perfectamente. El lúpulo actúa como un potente conservante natural, pero esa dosis masiva no solo protegió a la bebida, sino que también la saturó con sus aceites aromáticos, creando un perfil complejo con notas de mango, melocotón y hierba como una afortunada consecuencia. El intenso amargor y los penetrantes aromas que hoy definen a una IPA fueron, en su origen, un efecto secundario de este método de conservación.
Así, lo que nació como una medida desesperada para saciar la sed de un imperio, se convirtió por accidente en un ícono de la revolución cervecera, demostrando que a veces la necesidad es la madre, no solo de la invención, sino también del sabor inolvidable.
4. Sorpresa nº 4: El agua no es solo agua, es el alma secreta de la cerveza
Aunque a menudo se pasa por alto, el agua es el ingrediente mayoritario de la cerveza (más del 90%) y su papel es todo menos pasivo. La composición química del agua, conocida como su "perfil mineral", tiene un impacto drástico en el sabor, la textura y el carácter general de la cerveza final.
El agua dura, rica en minerales, puede transformar una cerveza. En concreto, los iones de sulfato realzan la percepción del amargor del lúpulo, creando un final más seco, nítido y crujiente. Esta es la razón por la que el agua de Burton-on-Trent, en Inglaterra, se hizo legendaria y se convirtió en la cuna de las India Pale Ale (IPA) clásicas.
Por el contrario, el agua blanda, con su bajo contenido mineral, permite que brillen los matices más sutiles y delicados de la malta. Un perfil de sabor más suave y redondo, con notas a pan y cereal, es el resultado. No es casualidad que las famosas Pilsners checas nacieran en Pilsen, una región bendecida con un agua excepcionalmente blanda, perfecta para este estilo limpio y refrescante.
Esta es la razón por la que ciertos estilos de cerveza se hicieron históricamente famosos en regiones específicas del mundo. Los maestros cerveceros no eligieron sus estilos al azar; perfeccionaron sus recetas adaptándose de forma brillante al agua que la naturaleza les proporcionaba.
5. Sorpresa nº 5: La forma en que bebes cambia radicalmente el sabor (y la temperatura es clave)
¿Sabías que tienes más control sobre el sabor de tu cerveza de lo que crees? Un par de ajustes sencillos en la forma de beber, extraídos de catas profesionales, pueden transformar por completo tu experiencia.
1. Temperatura: Beber una cerveza demasiado fría es uno de los errores más comunes. El frío extremo adormece las papilas gustativas y enmascara la gran mayoría de los aromas y sabores complejos que el maestro cervecero se esforzó en crear.
2. Velocidad al tragar: La percepción del amargor puede manipularse con la velocidad a la que tragas. Si tragas el sorbo despacio, permitiendo que el líquido recorra lentamente la parte posterior de la lengua, notarás mucho más los sabores amargos. En cambio, si tragas rápido, la cerveza pasa velozmente por esa zona y la percepción de amargor disminuye considerablemente.
Estos no son simples trucos; son las herramientas del catador experto. Tienes el poder de modular la cerveza en tu paladar: si te parece demasiado amarga, un trago más rápido la suaviza. Si quieres desentrañar su complejidad, sírvela a la temperatura adecuada y bébela despacio. El maestro cervecero crea la partitura, pero tú diriges la orquesta en tu propia boca.
Desde el proceso oculto del malteado hasta la influencia decisiva del agua o la forma en que llevas el vaso a tus labios, la cerveza es un mundo mucho más complejo y fascinante de lo que parece a simple vista. Cada pinta es el resultado de una delicada interacción entre ciencia, historia y arte. Ahora que conoces estos secretos, ¿mirarás tu próxima cerveza de la misma manera?
Análisis Integral de la Cerveza: Elaboración, Tipos y Calidad
Resumen Ejecutivo
Este documento ofrece una síntesis exhaustiva del universo de la cerveza, abarcando desde su meticuloso proceso de elaboración hasta las sutiles diferencias entre sus principales estilos y las técnicas para su correcta degustación. El proceso de producción se desglosa en nueve fases clave: malteado, para activar enzimas y azúcares en el cereal; molturado, para exponer los almidones; maceración, donde se extraen los azúcares fermentables para crear el mosto; filtración, para purificar el mosto; cocción, para esterilizar y añadir lúpulo; clarificación y enfriado, para preparar el mosto para la levadura; fermentación, la etapa crucial donde la levadura transforma los azúcares en alcohol y CO₂; maduración, para refinar sabores; y envasado, para su conservación y consumo.
La fermentación es el factor que define los dos grandes linajes de la cerveza: Ale y Lager. Las cervezas tipo Ale utilizan la levadura Saccharomyces cerevisiae a temperaturas más cálidas (18-25°C), resultando en perfiles de sabor más complejos, afrutados y especiados en un tiempo de producción más corto. En contraste, las cervezas tipo Lager emplean Saccharomyces pastorianus a temperaturas más frías (6-13°C) durante un período más prolongado, lo que produce un carácter más limpio, suave y refrescante.
Los ingredientes —agua, malta, lúpulo y levadura— son los pilares de la cerveza. La composición química del agua (minerales y pH) influye directamente en el sabor y la sensación en boca. El grado de tueste de la malta determina el color y aporta notas que van desde el caramelo hasta el café. El lúpulo confiere amargor, aroma y actúa como conservante natural. Finalmente, la cepa de levadura es la que define el estilo fundamental de la cerveza.
Se establece una clara distinción entre la cerveza artesanal y la industrial. La primera prioriza ingredientes 100% naturales, recetas de autor y procesos manuales con el objetivo de lograr el mejor sabor, mientras que la segunda se enfoca en la estandarización, la automatización y la optimización de costes.
El control técnico es vital, y se detalla el método para calcular el grado alcohólico mediante mediciones de densidad inicial y final. Finalmente, se exponen las técnicas de cata, un proceso sensorial que involucra la observación del color y la espuma, la apreciación de los aromas y una degustación metódica que permite balancear y comprender los perfiles de sabor dulce, amargo y ácido de la bebida.
La transformación de ingredientes simples como el agua, el cereal, el lúpulo y la levadura en cerveza es un proceso meticuloso que combina ciencia y tradición. Cada una de las siguientes etapas es crucial para definir el carácter, sabor, aroma y apariencia del producto final.
1. Malteado
Es el proceso inicial que convierte cualquier cereal, aunque la cebada es el más común por su alto rendimiento en enzimas y azúcares, en malta. No es un tipo de cereal, sino el resultado de un tratamiento específico.
• Propósito: Activar las enzimas presentes en el grano para modificar su estructura molecular. Esto maximiza la cantidad de azúcares fermentables y nutrientes disponibles para la levadura.
• Proceso: Consiste en provocar la germinación del grano de cereal mediante remojo en agua y, posteriormente, interrumpirla bruscamente secándolo con calor (tueste). El tiempo y la temperatura de este secado son determinantes para el color, sabor y cuerpo final de la cerveza.
2. Molturado o Molienda
Una vez obtenida la malta, sus granos se muelen.
• Objetivo: Romper el grano lo suficiente para que el agua caliente pueda acceder a los almidones de su interior, facilitando la conversión enzimática.
• Técnica: Se busca conservar la cáscara del grano lo más intacta posible, ya que esta actuará posteriormente como un eficaz filtro natural.
3. Maceración (Mash)
Esta es una de las fases más complejas y decisivas. De ella dependen el cuerpo y el grado alcohólico de la cerveza.
• Proceso (Sacarificación): La malta molida se infusiona con agua caliente a temperaturas controladas (normalmente entre 60-70°C). Las enzimas activadas en el malteado convierten los almidones complejos del grano en azúcares más simples y fermentables.
• Control de Temperatura:
◦ Temperaturas bajas (62-65°C): Producen una cerveza más seca y con mayor potencial alcohólico.
◦ Temperaturas altas (66-70°C): Resultan en una cerveza más dulce y con más cuerpo.
• Adjuntos: En esta fase se pueden añadir otros cereales no malteados como maíz, arroz, avena o trigo para aportar carbohidratos suplementarios.
• Resultado: Al final de la maceración, el líquido resultante, rico en azúcares, se denomina mosto.
4. Filtración
Consiste en separar el mosto de las partes sólidas del grano, conocidas como bagazo.
• Finalidad: Purificar el mosto para evitar sabores no deseados, notas desagradables o turbidez en la cerveza final, y asegurar que el proceso de fermentación se desarrolle correctamente.
5. Cocción y Lupulización
El mosto filtrado se lleva a una ebullición enérgica. Durante este hervor se añaden los lúpulos.
• Funciones Principales:
1. Esterilización: Elimina cualquier microorganismo no deseado del mosto.
2. Clarificación: Provoca la coagulación y precipitación de proteínas que podrían causar turbidez.
3. Lupulización: El lúpulo aporta amargor, sabor, aroma y estabilidad a la cerveza. La variedad, cantidad y momento de adición del lúpulo determinarán el perfil final de la bebida.
4. Evaporación: Se eliminan compuestos volátiles indeseados.
6. Clarificación y Enfriado del Mosto
Tras la cocción, el mosto debe ser enfriado rápidamente y se deben retirar los restos sólidos de lúpulo y proteínas.
• Clarificación (Whirlpool): Se hace girar el mosto a gran velocidad dentro del hervidor. La fuerza centrífuga acumula las partículas sólidas en el centro del fondo, desde donde pueden ser retiradas.
• Enfriado Rápido: El mosto, a casi 100°C, debe bajarse a la temperatura de fermentación (ej. ~25°C para Ale) lo más rápido posible. Esto es crucial para evitar contaminaciones y preparar el entorno ideal para la levadura, que moriría a altas temperaturas.
7. Fermentación (Siembra o Inoculación de Levadura)
Una vez el mosto está a la temperatura adecuada, se añade la levadura, un proceso llamado "siembra". La levadura es la verdadera "artífice" de la cerveza.
• Transformación: La levadura metaboliza los azúcares fermentables del mosto y los transforma en etanol (alcohol) y **dióxido de carbono (CO₂)
• Tipos de Fermentación:
◦ Alta Fermentación (Ale): Utiliza la levadura Saccharomyces cerevisiae a temperaturas más altas (18-25°C). La fermentación dura entre 4 y 6 días.
◦ Baja Fermentación (Lager): Utiliza la levadura Saccharomyces carlsbergensis (o pastorianus) a temperaturas más bajas (6-10°C). La fermentación es más lenta, durando entre 8 y 10 días.
◦ Fermentación Espontánea: Típica de ciertas cervezas belgas, no se añade levadura, sino que microorganismos del ambiente inician una fermentación lenta que puede durar años.
8. Maduración y Acondicionamiento
Finalizada la fermentación primaria, la cerveza pasa a una fase de maduración que puede durar desde semanas hasta meses.
• Objetivo: Estabilizar y refinar las características sensoriales de la cerveza. Los sabores se equilibran y los compuestos indeseados generados durante la fermentación desaparecen.
• Adiciones: Es común que durante esta etapa se añadan ingredientes adicionales como frutas o malta de chocolate para aportar complejidad.
9. Envasado y Carbonatación
Es la última etapa, donde la cerveza se introduce en botellas, latas o barriles.
• Carbonatación: La gasificación de la cerveza puede lograrse de dos maneras:
1. Fermentación Isobárica: La cerveza se gasifica en tanques herméticos antes de ser envasada.
2. Refermentación en Botella: Se añade una pequeña cantidad de carbohidratos (azúcar, glucosa o mosto) al envasar. La levadura residual consume estos azúcares, produciendo el CO₂ que gasifica la cerveza dentro de la botella.
• Conservación: El envase es clave para proteger la cerveza. Las latas de aluminio, por ejemplo, ofrecen una protección total contra la luz, evitando la degradación del sabor.
La distinción más fundamental en el mundo de la cerveza se basa en el tipo de levadura utilizada y la temperatura a la que se lleva a cabo la fermentación. Estos dos factores dan lugar a dos grandes familias: Ale y Lager.
Cerveza Ale (Alta Fermentación)
• Levadura: Saccharomyces cerevisiae. Es una cepa versátil que tolera temperaturas más elevadas.
• Temperatura de Fermentación: Más cálida, típicamente entre 15°C y 24°C (59-75°F).
• Tiempo de Producción: Más corto. La fermentación es más rápida y puede completarse en una o varias semanas.
• Perfil de Sabor y Aroma: Tienden a ser más robustas, sabrosas y aromáticas. La levadura produce una amplia gama de compuestos llamados ésteres, que generan notas afrutadas (cítricos, manzana), especiadas y florales. Son cervezas con mayor cuerpo y complejidad.
• Estilos Comunes: Pale Ales, India Pale Ale (IPA), Stouts, Porters, cervezas de trigo y estilos belgas.
Cerveza Lager (Baja Fermentación)
• Levadura: Saccharomyces pastorianus (también llamada S. carlsbergensis). Es una cepa híbrida adaptada para prosperar a temperaturas más frías.
• Temperatura de Fermentación: Más fría, generalmente entre 7°C y 13°C (45-55°F).
• Tiempo de Producción: Más largo. La fermentación es más lenta y requiere un período prolongado de acondicionamiento en frío (maduración a temperaturas cercanas a la congelación) conocido como "lagering", que puede durar semanas o incluso meses.
• Perfil de Sabor y Aroma: Se caracterizan por un perfil limpio, fresco, suave y equilibrado. La levadura produce menos ésteres y otros compuestos de sabor, permitiendo que los matices de la malta y el lúpulo destaquen. Suelen tener un aspecto cristalino y son apreciadas por su facilidad de bebida.
La diferencia fundamental entre la cerveza artesanal y la industrial reside en su filosofía, ingredientes, procesos y objetivos. Aunque ambas producen cerveza, sus enfoques divergen significativamente.
Diferencia
Cerveza Artesanal
Cerveza Industrial
1. Ingredientes
Utiliza ingredientes 100% naturales: agua, malta, lúpulo y levadura. No emplea aditivos artificiales ni conservantes.
A menudo utiliza adjuntos (maíz, arroz) y puede incluir aditivos y conservantes para estandarizar el producto y reducir costes.
2. La Receta
La receta es una creación del maestro cervecero, que experimenta con fórmulas para lograr sabores y aromas únicos y de alta calidad.
Se basa en una receta estándar diseñada para ser económicamente viable y producir un sabor consistente y masivo.
3. Proceso
La elaboración es manual o con mínima ayuda de maquinaria. La participación humana es constante y central.
El proceso está altamente automatizado y la intervención humana se reduce al mínimo para maximizar la eficiencia de la producción.
4. El Filtrado
El filtrado se realiza de forma manual o con métodos mecánicos suaves. A menudo se comercializan sin filtrar para preservar el cuerpo y sabor.
Se utiliza un filtrado químico intensivo que elimina todos los residuos, pero también destruye levaduras y proteínas, restando propiedades y sabor a la cerveza.
5. El Sabor
Ofrece un sabor más complejo, con mayor cuerpo, aroma y una amplia gama de matices que son imposibles de encontrar en la producción industrial.
Busca un perfil de sabor más plano y estandarizado, fácil de beber y que agrade a un público muy amplio, pero con menos matices.
6. Producto
Es un producto de proximidad y local, que apoya a pequeñas y medianas empresas y a la economía de la comunidad.
Responde a un modelo de globalización basado en grandes corporaciones multinacionales y producción a gran escala.
7. Objetivos
El objetivo principal es conseguir el mejor sabor, aroma y calidad posibles, explorando la creatividad y la pasión por el producto.
El objetivo principal es maximizar los beneficios económicos, reducir los costes de producción y aumentar la cuota de mercado.
La elaboración de cerveza a nivel profesional exige un riguroso control de calidad en todas sus fases. Esto incluye desde mediciones precisas para determinar las características del producto hasta la implementación de estándares de manufactura.
Cálculo del Grado Alcohólico
El contenido de alcohol de una cerveza no es un valor arbitrario, sino el resultado directo de la fermentación. Se puede calcular con precisión utilizando un densímetro y una probeta.
• Principio: La levadura consume azúcares (que aumentan la densidad del mosto) y los convierte en alcohol (que tiene una densidad menor que el agua). La diferencia de densidad antes y después de la fermentación permite calcular el alcohol producido.
• Mediciones Clave:
1. Densidad Inicial (DI) u Original Gravity (OG): Se mide en el mosto antes de añadir la levadura. Indica la cantidad total de azúcares disueltos. Valores comunes son 1.040 o 1.050.
2. Densidad Final (DF) o Final Gravity (FG): Se mide una vez que la fermentación ha terminado. Indica la cantidad de azúcares residuales no fermentados. Valores comunes son 1.008 o 1.012.
• Fórmula: El porcentaje de alcohol por volumen (%ABV) se calcula con la siguiente fórmula:(DI - DF) * 131.25 = % de AlcoholPor ejemplo: (1.050 - 1.010) * 131.25 = 0.040 * 131.25 = 5.25% ABV
• Consideraciones:
◦ Las mediciones deben realizarse con la muestra a la temperatura de calibración del densímetro (generalmente 20°C) o aplicar una tabla de corrección.
◦ La muestra de 250 ml utilizada para la medición no debe ser devuelta al fermentador para evitar la contaminación.
Buenas Prácticas de Manufactura (BPM / GMPs)
Las BPM son el nivel fundamental en la pirámide de calidad de una cervecería profesional. Constituyen un conjunto de normas y estándares mínimos, exigidos por ley, que deben aplicarse para garantizar la seguridad y calidad del producto.
• Áreas de Aplicación:
◦ Planta y suelo: Condiciones de las instalaciones.
◦ Equipo y Utensilios: Limpieza y mantenimiento del material.
◦ Instalaciones y operaciones sanitarias: Procedimientos de limpieza y desinfección.
◦ Procesos y controles: Estandarización de cada etapa de la elaboración.
◦ Personal: Higiene y capacitación de los trabajadores.
• HACCP: Complementario a las BPM, el sistema de Análisis de Peligros y Puntos de Control Crítico (HACCP) es un sistema de gestión que identifica y controla peligros biológicos, químicos y físicos en toda la cadena de producción.
Catar cerveza es un ejercicio sensorial metódico que va más allá de simplemente beber. Su objetivo es adiestrar el paladar para identificar y apreciar los matices de la bebida.
I. Preparación y Servicio
1. Temperatura Adecuada: Las cervezas complejas no deben beberse excesivamente frías (por debajo de 6-8°C), ya que el frío anestesia las papilas gustativas e impide percibir la mayoría de sus sabores y aromas.
2. Uso de la Copa: Las cervezas especiales se aprecian mejor en una copa, no directamente de la botella. La forma de la copa ayuda a concentrar los aromas y a mantener la espuma.
3. Creación de Crema (Espuma): Al servir, se debe inclinar el vaso y verter la cerveza contra la pared para luego enderezarlo. Una buena capa de crema, con burbujas pequeñas, es crucial, ya que protege la cerveza de la oxidación y ayuda a retener y liberar los aromas.
4. Evitar Distracciones: Durante la cata, no se deben consumir alimentos salados, como patatas fritas, ya que la sal distorsiona la percepción del sabor.
II. Fases de la Cata
El proceso se estructura en tres pasos secuenciales: observar, oler y catar.
1. Observación (Fase Visual):
◦ Color: Se analiza el color de la cerveza, que puede ir desde un amarillo pálido hasta un negro opaco.
◦ Transparencia/Turbidez: Se evalúa si la cerveza es cristalina o turbia. Estilos como las IPA o las cervezas de trigo son naturalmente turbios.
◦ Espuma: Se observa la consistencia, retención y color de la espuma.
2. Olfato (Fase Olfativa):
◦ Técnica: Se debe inspirar profundamente por la nariz con la copa cerca y retener el aire unos segundos para que el cerebro procese los aromas.
◦ Aromas a Identificar: Se buscan notas provenientes de la malta (pan, caramelo, café), del lúpulo (frutal, cítrico, floral, herbal) y de la levadura (ésteres frutados, especias). El alcohol en cervezas de alta graduación ayuda a volatilizar y potenciar estos aromas.
3. Degustación (Fase Gustativa):
◦ Técnica de Balanceo: Se toma un sorbo y se mueve el líquido por toda la boca durante 10-15 segundos, como un enjuague bucal. Esto asegura que la cerveza entre en contacto con todas las áreas de la lengua, que perciben distintos sabores:
▪ Punta: Dulce.
▪ Parte posterior: Amargo.
▪ Laterales: Ácido.
◦ Percepción del Trago: La velocidad al tragar influye en la percepción. Tragar despacio acentúa el amargor en la parte final de la lengua, mientras que tragar rápido puede hacerlo sentir menos amargo.
III. Técnicas para Equilibrar el Paladar
Cada persona tiene una sensibilidad distinta a los sabores. Es posible "engañar" o guiar al paladar para lograr una experiencia más equilibrada, especialmente con cervezas complejas.
• Si resulta muy Ácida: Se debe intentar que la cerveza toque lo menos posible los laterales de la lengua, moviéndola principalmente de adelante hacia atrás.
• Si es una Tostada (con notas dulces): Para equilibrar el dulzor con el amargor, se lleva la cerveza lentamente hacia la parte posterior de la lengua.
•Si el Contraste Olfato-Sabor es Alto: Si se huele algo dulce pero en boca resulta muy amarga, el cerebro rechaza este contraste. Se debe beber despacio, permitiendo que la cerveza se caliente ligeramente para que los sabores evolucionen y se integren.
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